La difamación es una causa de acción que proporciona una solución a las personas cuyo nombre o reputación han sido difamados por acusaciones inexactas.
La difamación como causa de acción contiene cinco elementos: 1) el acusado hizo una declaración falsa de hechos; 2) es sobre el demandante; 3) a alguien que no es el demandante; 4) de manera negligente o maliciosa; 5) que causó daños especiales o que se califica como difamación como tal (per se). Los daños especiales son daños principalmente económicos, por ejemplo pérdida de salarios.
La difamación per se es virtualmente idéntica a la difamación general, excepto que no exige que el demandante demuestre que sufrió daños especiales. En su lugar, exige únicamente que la declaración falsa hecha por el acusado ocasione un tipo particular de reclamo por parte del demandante. Los tipos específicos de implicaciones que convierten una declaración difamante de una mera difamación en una difamación per se tienden directamente a injuriar al demandante con respecto a su oficio, profesión, comercio o negocio… al fincarle una descalificación general en aquéllos aspectos en los que el oficio u otra ocupación refiera de manera peculiar o acuse de cometer un delito al demandante. BAJI 7.09.
Estas reglas de difamación no terminan en el lugar de trabajo. Aplican con el mismo rigor tanto en el trabajo como en la sala de la casa. De hecho, debido a los principios de responsabilidad vicaria (respondeat superior), donde el empleador se vuelve responsable de las declaraciones difamatorias hechas por alguno de sus trabajadores, la difamación como causa de acción legal puede ser aún más relevante en el lugar de trabajo que en otros lugares.
Por ejemplo, si un supervisor del demandante hizo una acusación difamatoria sobre que el demandante tuvo un romance con una compañera/o de trabajo, asumiendo que la declaración fue falsa, el demandante tendría un caso sólido por difamación per se. Tal declaración sobre el demandante podría hacer un daño terrible a su carrera profesional. Otros empleados podrían extender el rumor, ocasionando que eventualmente llegue a los oídos del empleador del demandante o inclusive a las empresas competidoras en el área. Debido a esto, la difamación en el lugar de trabajo puede tratarse de un asunto muy grave.
Peor aun, la difamación en el lugar de trabajo es un evento muy común, especialmente cuando un empleado es despedido injustamente. Si el empleador justifica el despipdo acusando al trabajador, por ejemplo, de traficar con droga cuando eso no es verdad, el empleador no solamente difama al trabajador en un grado bastante grave, sino que lo despide por suposiciones completamente inexactas. Tal acusación de hecho calificaría como difamación per se porque involucra la afirmación de que el demandante participó en un delito criminal.
El empleado tenía derecho a su empleo y a su reputación, pero debido a la difamación, pierde ambos. Aún si el empleador no cree sinceramente que el trabajador ha cometido el hecho implicado en la mentira, el empleado ya habrá perdido su trabajo y habrá sido difamado si la declaración ha sido divulgada a otros.
Declaraciones sobre Rendimiento en el Trabajo o Evaluaciones de Desempeño:
Tal vez otro ejemplo más común podría ser el siguiente: el empleador en una evaluación de desempeño declara que el demandante estuvo checando tarjeta de entrada o de salida del trabajo a horas incorrectas, etcétera. O tal vez el empleador comunica a un compañero de trabajo que el demandante es incompetente e incapaz de realizar su trabajo. Este tipo de declaraciones puede parecer normal en evaluaciones de desempeño. Sin embargo, las falsas acusaciones sobre que un empleado carece de habilidad o integridad en su profesión constituyen de hecho dos de las categorías de difamación per se.
Ejemplos de declaraciones sobre el empleado o su desempeño que podrían ser difamación per se en el lugar de trabajo:
Es importante notar, sin embargo, que para levantar con éxito una demanda por difamación contra un compañero de trabajo o contra un exempleador, la declaración difamatoria debe ser falsa e igualmente debe establecer un hecho, en contraposición a una opinión.
Los empleadores que le han dicho a los trabajadores que son malos trabajadores no son responsables por hacer esa declaración a menos que se presenten otros hechos. Moyer contra Amador Vally J. Union High School Dist., (1990) 225 CA3d 720, 725.
Sin embargo, al mismo tiempo, los empleadores son de hecho responsables por solamente insinuar declaraciones sobre el demandante como las listadas anteriormente.
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Para mayor información, lea sobre defensas contra la difamación.